Había una vez, una pelota que tenía una bicicleta. Un día, la bicicleta se le rompió y no pudo seguir paseándose con ella.
Le dijo a su amiga manta que si se la podía arreglar, pero no podía, y justamente ese mismo día tenía una carrera. Entonces, la pelota se puso muy triste. La tostadora, que pasaba por allí, le dijo:
-Ja, ja no tienes bicicleta, vas a perder la carrera.
Y se fue la tostadora.
La pelota le preguntó a su amigo el pomo de la puerta, que era mecánico, y éste le dijo que si se la podía arreglar. Cuando estuvo arreglada, cogió su bicicleta y se fue a la carrera. La tostadora que estaba allí, le dijo que iba a perder.
El mando de la televisión que era el árbitro dijo: - Preparados, listos, ¡Ya!
Empezó la carrera y al final la ganó la pelota. A continuación la tostadora le dio la enhorabuena a la pelota y también le pidió perdón y la pelota le dio las gracias.
Nazareth Martínez
Nazareth Martínez
Desde entonces la pelota y la tostadora fueron amigas.
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